Quizá no nos quedaba tiempo.
La mediocridad se me asemeja a una televisión averiada en la que siempre pronostican tormenta. Y el amor ahora parece ser una competición a beso o muerte.
El olvido es todo lo anterior y todo lo que todavía nos queda por sufrir.
No me mires, que estoy llorando.
Oniria jamás encuentra a Insomnia, pero las dos conectan bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario