Quizá no nos quedaba tiempo.
La mediocridad se me asemeja a una televisión averiada en la que siempre pronostican tormenta. Y el amor ahora parece ser una competición a beso o muerte.
El olvido es todo lo anterior y todo lo que todavía nos queda por sufrir.
No me mires, que estoy llorando.
Oniria jamás encuentra a Insomnia, pero las dos conectan bien.
domingo, 2 de octubre de 2016
martes, 30 de agosto de 2016
Segunda vez que vacío el congelador.
De pesadillas más largas me he despertado,
y de noches más suicidas que la vida del funambulista empeñado en hacer equilibrios sobre la cornisa, he vivido.
Y ahora muero cada vez que abres la boca y no pronuncias mi nombre.
Sufre mamón, entre polvos pica-pica.
y de noches más suicidas que la vida del funambulista empeñado en hacer equilibrios sobre la cornisa, he vivido.
Y ahora muero cada vez que abres la boca y no pronuncias mi nombre.
Sufre mamón, entre polvos pica-pica.
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